En medio de la guerra arancelaria de EE.UU., China inicia la puesta en marcha de un sistema de pagos transfronterizos en yuanes.
El 17 de marzo, el Banco Popular de China (PBoC) activó su red de pagos transfronterizos con yuanes digitales, conectando a 16 países entre los que se encuentran 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y 6 países de Medio Oriente (como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos).
Este sistema emerge como alternativa al sistema SWIFT, que realiza transacciones en dólares. El sistema chino permite realizar transferencias internacionales en cuestión de segundos a diferencia del otro sistema que arrastra demoras que pueden extenderse entre 3 a 5 días.
Para fomentar su adopción, el PBoC había implementado el yuan digital con plataformas como Alipay y WeChat Pay, facilitando su uso en transacciones cotidianas dentro de China.
Deuda, guerra y monedas

Una disputa central entre los proyectos globales es el ofrecimiento de préstamos en sus monedas de referencia. Un informe del PBoC de febrero del año pasado comenta que están vigentes 31 acuerdos bilaterales de swap de divisas, con un valor total de alrededor de 4,16 billones de yuanes (586.000 millones de dólares).
El escenario internacional favorece la emergencia de esta iniciativa. En 2022 sancionaron a Rusia impidiéndo realizar sus operaciones internacionales con el sistema SWIFT, al igual que con Irán en 2018, obligando al sistema bancario y comercial de estos países a buscar alternativas.
En dicho escenario, Argentina es el país que cuenta con el monto más grande de swap con China por 130 mil millones de yuanes (aproximadamente 18.000 millones de dólares estadounidenses). Previo al acuerdo con el FMI, renovaron una parte por un monto de 35.000 millones de yuanes (5.000 millones de dólares).