Mientras el Senado avanza con un proyecto, las centrales sindicales y el Gobierno insisten en el llamado a consulta popular y denuncian modificaciones regresivas.
Las centrales obreras y sindicatos de Colombia llevaron a cabo un paro general de 48 horas durante los días 28 y 29 de mayo, en un marco de movilizaciones que se replicaron en distintos puntos del país.
Las manifestaciones se convocaron en respaldo de la convocatoria a consulta popular para aprobar el proyecto de reforma laboral impulsado por la gestión del presidente Gustavo Petro.
La medida contó con el apoyo de la Central Unificada de Trabajadores (CUT) y la Confederación General de Trabajadores (CGT), las dos federaciones gremiales más importantes del país. Percy Oyola, presidente de la CGT, confirmó un nuevo paro para el próximo 11 de junio.
La reforma laboral fue una de las principales propuestas de la campaña presidencial que erigió a la actual gestión en 2022. Dentro de sus efectos se incluye el aumento del pago en días festivos y dominicales, del 75% al 100%; y amplía el horario considerado como nocturno de 21 a 19 horas.
A su vez, el proyecto establece la prohibición a las empresas a contratar personas bajo la modalidad de “prestación de servicios”, donde el trabajador “independiente” carga a su cuenta los pagos previsionales, de prestaciones sociales y de salud.

El Senado impulsa su reforma
El plebiscito fue rechazado por el Senado el pasado 14 de mayo, con 49 votos en contra y 47 a favor. Tras la votación, la cámara parlamentaria reflotó la discusión del proyecto, archivado desde marzo.
El presidente Petro impulsa una consulta popular para aprobar una modificación de la ley laboral tras el rechazo del Senado colombiano.
De esta forma, el martes 27, antes del inicio del paro, la Comisión Cuarta del Senado aprobó, con 13 votos a favor y 2 en contra, el tercer debate del proyecto con modificaciones.
Antes de la votación, las centrales sindicales retiraron su respaldo a la propuesta en debate tras considerar que incluye medidas regresivas. “Se convierte en una burla a cualquier opción de estabilidad en el empleo”, sostuvieron en un comunicado conjunto.
Denunciaron que el Senado debilitó el proyecto original “aprobando una contrarreforma laboral escrita por y para el poderoso empresariado y gremios económicos”. Es una reforma regresiva que desmonta derechos laborales históricamente conseguidos y desde el movimiento sindical y social lucharemos para no permitirlo.”
La siguiente etapa es la discusión en la plenaria del Senado, con plazo límite hasta el 20 de junio, donde de ser aprobada pasará a otra instancia de conciliación con la Cámara de Representantes, donde se aprobó otra versión del proyecto.
Comunicado conjunto de CGT y CUT: