Entrevista a Leandro Monzón de la comisión interna de la fábrica de Vicentín en Avellaneda: “Si no se une el movimiento obrero van a ser años muy difíciles para la clase trabajadora”.
En el mes de Junio se dispuso la intervención de la empresa Vicentín por parte del Gobierno Nacional. En una compleja trama de negocios empresariales (Ver Vicentín: cuestión de soberanía) las organizaciones gremiales, movimientos sociales y partidos políticos se han posicionado al respecto.
Para este 9 de julio desde las ciudades de Reconquista, Avellaneda y la región se realizará una movilización, convocando a un ruidazo nacional a favor de la estatización de la empresa. En la convocatoria a una caravana popular los trabajadores exigen “nunca mas estafas al pueblo y por un Estado presente”.
En dicho marco, Tribuna Villa María pudo conversar con Leandro Monzón, trabajador y delegado de la comisión interna de la fábrica de Vicentín en la ciudad de Avellaneda donde nos habló de la situación de la empresa en relación a los trabajadores, su posición respecto a la estatización y la postura pendiente del movimiento obrero.
¿Qué posición tenes respecto a la estatización de Vicentin?
Nosotros desde el sindicato y los trabajadores apoyamos la intervención, todavía en un comienzo cuando no se hablaba de estatización, hasta que se logró profundizar y desde la intervención nos garantizaban los puestos laborales.
Nosotros teníamos la esperanza de que así iba a ser porque siempre el Gobierno Nacional desde que asumió hablaba de federalizar el trabajo, y que mejor que empezar por Vicentin donde acá habían cerrado ya dos procesos productivos. Le planteamos eso a la intervención y de igual manera al gobierno provincial.
Desde ese sentido lo vemos bien porque la empresa no nos daba respuestas en torno a la situación laboral -si iban a seguir las fuentes laborales, si se iba a seguir trabajando- esa era la incertidumbre de los compañeros. El problema es que tienen deudas con los trabajadores desde diciembre y Avellaneda es una planta que nunca dejó de trabajar, siguió trabajando durante todo el conflicto. Respecto a esto los directivos no nos decían nada, en cada audiencia que teníamos nunca dijeron lo que iban a hacer.

¿Cuáles fueron las medidas de los trabajadores en las últimas semanas?
Nosotros no habíamos hecho medidas de fuerza por el tema de la pandemia. Si hicimos asamblea con los compañeros en la cual reclamamos en audiencia la deuda que de la empresa tenían con nosotros. Se llegó a un acuerdo para pagar toda la deuda en 3 cuotas que rondaba de entre 100.000 y 120.000 pesos por trabajador.
¿Qué rol están cumpliendo las distintas esferas del gobierno (nacional, provincial, municipal) y que deberían hacer?
Cuando llegó la intervención por parte del Gobierno Nacional y se habló con el gobierno provincial dijo que se iba a saldar la deuda con los trabajadores. Pasó una semana donde hubo algunos depósitos que no era la totalidad y que se lo terminó de solucionar con la empresa traccionando y diciéndoles que ¿Cómo puede ser que haya plata para pagar y nos dicen que no lo van a hacer?
Ahora en los próximos tres meses nos van a pagar lo que nos deben más los aumentos paritarios. Ese es su deber y en lo que se comprometieron.
¿Cuáles son las tareas del movimiento obrero en este marco?
Nosotros estamos realizando junto a una multisectorial la organización de una caravana en Reconquista. Hay mucho apoyo de los gremios, de los movimientos sociales y parte de algún sector político, así que creemos que va a ser muy bueno.
Esa es la postura pendiente del movimiento obrero, salir de esta pandemia unidos, porque van a venir tiempos difíciles, no solo en Vicentín, sino también en el Estado, en lugares privados. Creo yo que si no se une el movimiento obrero van a ser años muy difíciles para la clase trabajadora.