Ayer en la reunión paritaria con representantes gremiales, el Gobierno Nacional no propuso ningún aumento. Tribuna pudo conversar con docentes de CONADU y CONADU Histórica, las dos federaciones mayoritarias sobre la situación.
Tras un contexto desalentador para todo el sector del trabajo, docentes universitarios vienen brindando una lucha por el salario y condiciones de trabajo que parece no ser prioridad para las autoridades.
Tras meses de espera para reabrir la discusión y una medida de fuerza el lunes de la semana pasada, el Gobierno Nacional planteó una reunión para discutir salarios. En la misma no hubo ninguna clase de propuesta.
Además, conversaron sobre la posibilidad de un aumento similar al que ofrecieron a los estatales de un 7% -firmado por UPCN-, aunque representantes del sector hablan de una pérdida de poder adquisitivo de hasta un 40%.
Leticia Medina – Secretaria Gremial de ADIUC en Córdoba Capital, perteneciente a CONADU
Los docentes universitarios tenemos una paritaria corta que se realizó para cobrar en marzo y terminar en junio. A partir de julio tendríamos que haber sentado a negociar la segunda parte del año, pero bueno, llegó octubre y no ha habido ninguna propuesta oficial. Hubo aproximaciones a un temario de discusión pero ya pasaron 3 meses y se ha acumulado una pérdida en este tiempo de más del 10% contra la inflación, este año.
Esto se suma a una pérdida salarial del más del 30% que tuvimos durante los más de 4 años de cambiemos. Entonces ya estamos hablando de una pérdida del 40% de poder adquisitivo del salario.
Además, la comunidad universitaria está muy preocupada y angustiada con esto porque se suma a las condiciones en las que estamos trabajando. Se ha decidido que todo el sistema universitario, teniendo en cuenta que nuestra actividad no es estrictamente esencial, continúe desarrollándose por plataformas virtuales.
Esto ha supuesto una enorme sobrecarga de trabajo, muchísimo trabajo nuevo, extra, de hecho sin los tiempos y sin las condiciones necesarias de convertir todas nuestras propuestas pedagógicas, procedimientos administrativos y demás a entornos virtuales.
Entonces el deterioro salarial se suma al deterioro de las condiciones de trabajo que hemos tenido en este tiempo para las cuales las universidades y el ministerio de educación no han tomado las previsiones y las medidas que permitan mejorar esas condiciones.
En los primeros meses asumimos que se trataba de un tiempo excepcional y con lo excepcional imaginamos que era breve, pero lo que tenemos es una perspectiva de que no solo se va a extender durante todo el año, sino también al primer semestre del año que viene.
Frente a ello, ya transcurrido buena parte del año y resuelta la gran mayoría de las dificultades y de los desafíos que nos planteaba esta pandemia, para la educación universitaria la cuestión salarial se vuelve absolutamente relevante y de primer orden.
Nosotros hemos tenido hasta ahora esas tres reuniones, en ninguna de las 3 se planteó ninguna propuesta salarial. De parte del sector gremial hay demandas muy concretas, cercanas y parecidas, en términos de demandas salariales y condiciones de trabajo.
Por parte del ministerio lo único que hubo fue una línea de créditos subsidiados para que los docentes nos compremos nuestros propios instrumentos de trabajo. Comprendemos en general el contexto, las prioridades y las dificultades del Estado nacional, pero no que los trabajadores estemos comprándonos nuestras propias herramientas de trabajo, con un salario tan deteriorado.
En la Reunión de ayer esperábamos que hubiera una mala propuesta, pero ni siquiera hubo una mala propuesta, entonces los tenemos por delante es mañana a la mañana un plenario de secretarios generales de todos los gremios de base de la CONADU que somos más de 35, con la perspectiva de que la semana que viene iniciamos con medidas de fuerzas o damos continuidad al plan de lucha de la semana pasada pero con medidas de fuerza más contundentes.
Esto es que estamos en diálogo entre todos los órganos de base, también entre las federaciones tratando de pensar y llegando a acuerdo entre modalidades conjuntas para darle un sentido de unidad porque evidentemente tenemos las coincidencias necesarias para poder plasmarla en acciones conjuntas.
Nuestro trabajo docente se considera prioritario al punto que seguimos haciendo funcionar a las universidades como si no pasara nada, como si no hubiera pandemia, como si estuviera todo bien. Por eso se tiene que ver reflejado en un reconocimiento salarial y en nuestras condiciones de trabajo.
Tenemos en todos lados reportes de compañeros que empiezan a sentir, empiezan a ver vulnerada su salud mental y física por la sobrecarga de trabajo, por su intensidad en este contexto en las condiciones en la que lo estamos haciendo, sin buena conectividad, sin instrumento adecuados, con nuestros hijos en nuestras casas, sin infraestructura, con problemas de salud que no podemos atender por que los hospitales están colapsados.
En estas condiciones, si al Estado Nacional le parece que esto no es una prioridad y los fondos tienen que estar puestos en otro lado, nosotros haremos lo propio para que deje de ser así.
A todo lo anterior se suma la preocupación del presupuesto, mirando y poniendo señales de alerta que muestran una contradicción entre el discurso inicial del gobierno respecto a la importancia de la universidad, del sistema científico y tecnológico, y las decisiones políticas y económicas que se están tomando, respecto de los salarios, equipamientos.
No damos cuenta de un giro en la política científica, en la política de educación superior, del actual gobierno respecto del macrismo.
Arturo Gómez – Mesa ejecutiva de la CONADU Histórica, Secretario Gremial de ADU en San Luis y Paritario local
El año pasado se firmó un acta salarial, que comprendía una cláusula gatillo que se tenía que pagar en marzo de este año, firmada por todas las federaciones.
Cuando comienza la pandemia y la virtualización, o sea vamos cada uno a nuestras casas a seguir con las tareas educativas, esa misma semana el gobierno convoca a una reunión paritaria donde se firma un acta donde se desconoce la anterior del 2019. Lo desconoce porque lo que hacen es decir “no se paga la cláusula gatillo”, con un monto diferente al estipulado en el contrato anterior, volviéndola ilegal.
Toda la primera mitad del año la lucha de la docencia universitaria fue más por las condiciones de trabajo, y hacia mitad de año se firma otra acta paritaria con condiciones de trabajo donde se desconocen algunas cuestiones que para nosotros son fundamentales. Por ejemplo, cobertura de licencias, licencias por violencia de género, entre otras cosas.
En junio se venció el acta salarial, cuando se vence desde Conadu H se le pide al gobierno nacional que convoque a una instancia paritaria para la discusión salarial. La primera reunión es recién ayer y en ese marco ya llevamos la segunda semana con medidas de fuerza. Un paro de 24hs la semana pasada y el martes último.
Ese mismo martes nos convocan a la reunión paritaria que fue el día de ayer. En esa reunión no hacen oferta salarial pero dejan entrever que va a ser una oferta similar que se le ha hecho al resto de los estatales, que la firma UPCN a nivel nacional y que implica solamente un 7% de aumento.
Decimos que es “solamente” porque en el cálculo que nosotros hacemos de pérdida salarial, a causa de no respetar las cláusulas gatillo, es de al menos entre el 12,5 y el 15% por lo menos de lo perdido desde octubre del año pasado hasta ahora.
Ahora el viernes vamos a otro plenario, nosotros de CONADU H, que seguramente al no haber propuesta del gobierno nacional, seguramente se va a votar un paro de 48hs para la semana próxima, a la cual se están sumando otras asociaciones de base de otras federaciones como en el caso de Córdoba, Rosario o AGD de Río Cuarto, y docentes que terminan sumándose al conflicto, como en el caso de Villa María, Gral. Sarmiento, La Plata.
Estamos tratando de sumar para empujar a la movilización sobre todo a estos sectores que están dispuestos a salir a pelear. Lo que sí es seguro la semana que viene es el límite que tenemos para la movilización.
Otra cuestión importante es sobre el presupuesto universitario que viene congelado, ya que en el 2020 el gobierno nacional, al priorizar las negociaciones con el FMI, no votó el presupuesto para todo el año y por ley se aplica el mismo presupuesto del año anterior, que es el mismo presupuesto que votó el gobierno macrista.
Ese presupuesto se aplica hoy a las universidades nacionales con valores de 2019, o sea con inflación de por medio y en la situación que estamos viviendo, es un recorte de hecho a los presupuestos nacionales en general y universitarios en particular.
Para el año que viene el Gobierno Nacional el presupuesto que elevó al Congreso, prevé una inflación del 29% pero el incremento de presupuesto para las universidades será del 16%, o sea por debajo de la inflación que el mismo gobierno dice en el mismo texto. Esto implica que va a haber nuevos recortes, más grandes, afectando las condiciones laborales y de estudio, pero además que otra cuestión fundamental que va a afectar son las obras sociales universitarias que ya venían en crisis y se profundizan aún más con recortes presupuestarios.