Luego de una semana de las elecciones que dieron un Si contundente por el cambio de Constitución, conversamos con Aymara Salamanca, dirigente sindical de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores de Chile) quien evaluó como se llegó a esta etapa.
Este domingo pasado, un 79% de los 15 millones de personas que acudieron a las urnas decidieron que era momento de cambiar la constitución en Chile, ¿Cómo evaluar el proceso que llevó a esta afirmación del pueblo?
En primer lugar hay que decir que esto fue una ganada del pueblo, pero que no podemos hablar de este 25 de octubre, que fue un acuerdo de la institucionalidad, sin entender que se traduce desde las movilizaciones de octubre del 2019. Bajo cualquier lectura que se pueda hacer en términos institucionales y de transformación, la movilización y los sectores populares organizados con protestas lograron levantar este proceso. Aunque no todos estuvieron de acuerdo con la salida de este proceso hacia lo institucional.
El 2020 empieza esta pandemia, y las movilizaciones seguian activas porque no había un acuerdo pleno de esta salida institucional al proceso de lucha. En marzo comienzan los primeros casos de contagios de covid-19, y por lo tanto empiezan las cuarentenas y restricciones lo que postergó el plebiscito que estaba pensado para el mes de abril. La contingencia pandémica logró el aplazamiento hasta el 25 de octubre.
Durante todo este tiempo lo que hubo fue una agudización de la crisis social y política que se ha estado viviendo en Chile. Vimos como las medidas del Gobierno, a pesar de la continuidad de las manifestaciones y las características solidarias que cobraba la movilización en contexto epidémico como las ollas comunes, optó por medidas de avanzada neoliberal como la continuidad a la represión de las protestas.
Otro elemento interesante, resulta que una de las características de los procesos electorales que se venía dando en Chile era una muy baja participación de la población. Y esos elementos del proceso social llevaron a aumentar a una muy amplia participación a diferencia de otros momentos electorales.
Ya en el marco del cambio constitucional, la disputa entonces era entre un apruebo por una nueva constitución, y a su vez, las formas para redactar la nueva constitución. Por un lado, una constituyente mixta formada por el 50% de los parlamentarios actuales y un 50% de ciudadanos, o una convención constitucional electa 100% por voto popular con paridad de género entre 50-50 de varones y mujeres.
Ya en el marco del cambio constitucional, la disputa entonces era entre un apruebo por una nueva constitución, y a su vez, las formas para redactar la nueva constitución. Por un lado, una constituyente mixta formada por el 50% de los parlamentarios actuales y un 50% de ciudadanos, o una convención constitucional electa 100% por voto popular con paridad de género entre 50-50 de varones y mujeres.
Asimismo se aumenta la participación teniendo en cuenta todo el contexto pandémico. En la evaluación que hacemos desde el movimiento social es que si este plebiscito hubiese sido en condiciones normales, hubiese sido mucho más amplia la participación.
En cuanto a los resultados, marca una derrota de la derecha neoliberal y sectores privilegiados del país, puesto que se ganó la votación con un 80%, frente a un rechazo del 20%. Lo que más temíamos es cómo se iba a redactar la constitución, que era el temor a la convención mixta. Aún así ganamos de forma amplia, lo que presentamos como lo mas democratico dentro de estos acuerdos institucionales.
Estas votaciones son una batalla ganada, pero no por ello desaparecen las condiciones sobre las cuales la sociedad chilena se encuentra en un marco de desigualdad social compleja, ¿Cómo balanceas esta situación?
Lo que se sostiene principalmente desde los espacios populares que han estado en la organización de este proceso es que las manifestaciones no pueden parar. El ejemplo más claro son las movilizaciones del 18 de octubre de este año, a un año de la revuelta popular.
El pueblo va a celebrar este triunfo del apruebo por la constitución, pero va a seguir movilizado. No tan solo la plaza Dignidad, como centro de la protesta, sino también los territorios articulados en base a esta propuesta, pero entendiendo que este proceso no termina y debemos seguir disputando porque estamos bajo la lógica democrática del sistema neoliberal. Por eso fue la estrategia del gobierno que le permite tener más amarrado el control desde el ámbito institucional, y las definiciones que podía generar para una nueva constitución.
El pueblo va a celebrar este triunfo del apruebo por la constitución, pero va a seguir movilizado. No tan solo la plaza Dignidad, como centro de la protesta, sino también los territorios articulados en base a esta propuesta, pero entendiendo que este proceso no termina y debemos seguir disputando porque estamos bajo la lógica democrática del sistema neoliberal.
Haciendo una evaluación de esta democracia neoliberal, los sectores populares han sido marginados de la toma de decisiones en términos políticos, por lo tanto quienes compongan como constitucionales, deben ser representantes de aquellos sectores populares que han sido marginados, comprendiendo que no se quebrado con una lógica democrática neoliberal que rige en nuestro país.
Entonces, deberíamos ir a lógicas democráticas donde el centro no sea la representatividad, sino desarrollar territorios autónomos donde los sectores populares tomen decisiones en torno al desarrollo de su vida con influencia y lógicas de participación directas en términos de la democracia que queremos para nuestro país.
Por citar un caso, en contexto pandémico por ejemplo se hizo un gran apoyo y movilización para que se votará el proyecto de retiro del 10% de las AFP (Administradoras de fondos de pensiones de Chile), que claramente no es una solución de fondo, como sería avanzar en un impuesto a los más ricos de este país para poder sobrellevar la crisis, y no que los trabajadores sigan rascándose con sus propias uñas para poder salvarse.
Pero detrás de esto había un reclamo de dignidad para el conjunto de los trabajadores. Las AFP han precarizado la vida de los trabajadores de la tercera edad en este país y que tuviera la gente un tipo de manejo de sus fondos que son el costo de trabajo de toda una vida. Ahora se está debatiendo un segundo retiro, y esto no hubiese sido posible sin la movilización que ejerció su presión.
¿Para delante, cómo será el proceso frente a la reforma constitucional con la convención constituyente que triunfó como alternativa?
Ha sido fundamental el trabajo territorial, las iniciativas solidarias de organización en los territorios dónde se han creado coordinadoras de ollas comunes, esas actividades solidarias se han transformado en actividades de economía popular, otras se han transformado en cooperativas y despensas populares. Toda esta articulación tiene que empezar ya a desarrollar asambleas de debate en torno a la constitución.
Y por eso es muy importante tener un proyecto político anti neoliberal que lleve candidatas/os que cumplan con los principios del movimiento social como así también que los sectores populares sean parte del debate por la nueva constitución.
Entonces también aparece el aspecto metodológico para el debate íntegramente popular para esa nueva constitución. Es decir, podemos trabajar en asambleas pero cómo hacemos que la gente se involucre de aquellas que no participan en la organización ni de estos espacios creados a partir del 18 de octubre. Bueno, será ir a recorrer las manzanas, dejar invitaciones, que pueda acercar sus propuestas, recorrer para que todas las personas hablen y den su opinión de que es lo que quieren construir como país.
Chile es un caso en América Latina que nos muestra cómo el capital, cuando ve amenazado los intereses de las clases dominantes, tiene como instrumento por excelencia la fuerza represiva y la violencia
En ese sentido, hasta ahora se han presentado proyectos de ley para luchar contra las penas que se han otorgado a todos los presos políticos de la revuelta. Ocurrió que en el contexto de las movilizaciones se apeló a la política de seguridad del Estado, y todos aquellos que fueron presos por estas protestas apelan a varios años de condena debido a que serían considerados terroristas.
Ahí la demanda es que empecemos este debate de nueva constitución de abril con los presos políticos liberados. Comprendiendo que ellos fueron parte, y este cambio social no hubiese sido logrado sin ellos en las calles.
Además tenemos todas las víctimas de trauma ocular, por los perdigones que los carabineros dispararon a los ojos. De esta forma se las ha dejado discapacitada, que si bien tienen visibilización en el movimiento social, en términos institucionales no tienen reconocimiento alguno.
Y respecto al ámbito sindical, ¿Por qué discusiones está atravesado el movimiento obrero teniendo en cuenta cómo ha golpeado la pandemia en las condiciones de vida de los trabajadores?
Durante la pandemia, el Gobierno avanzó sobre la suspensiones de los contratos, que el proyecto de ley se llama “Protección al empleo”, que de protección no tiene nada. Ahí los trabajadores organizados, y desde la CUT, hemos rechazado esta ley ya que lo que hace es suspender contratos, y la remuneración no es que se le baje al pago de los empleadores, más terrible aún, sino que a las y los trabajadores se les hace una remuneración a través de los aportes de cesantías qué son los ahorros propios.
También está la reducción de las jornadas laborales que eso ya es reducir el salario directamente, reduciendo la jornada de trabajo a la mitad del tiempo.
La CUT ha levantado una serie de demandas que están vinculadas con este proceso de debate, como lo es el Código de Trabajo, la principal normativa que agrava nuestros derechos. Está la normativa rige las condiciones laborales siendo una herencia de la constitución neoliberal, incluso fue redactado por José Piñera, hermano del actual presidente, y tiene como objetivo atomizar a los trabajadores, destruir la organización y sindical.
Nosotros contamos en Chile actualmente con sindicatos por empresa, lo que no permite la unión de trabajadores porque se sabe que lo colectivo, le puede generar una contradicción al sistema capitalista.
A su vez, dentro de las medidas más inmediatas que levanta la CUT está subir el salario mínimo que supere la línea de la pobreza. El Gobierno pretende subir a 306.000 pesos el sueldo mínimo, mientras que nosotros exigimos que aumente a 400.000 pesos el mínimo. Por otro lado la conversión a renta universal del Ingreso Familiar de Emergencia, y que no sea solo responsabilidad del Estado, sino que aporten las grandes riquezas. Hay además un proyecto de ley que se ha presentado por un impuesto a los grandes ricos para poder costear los costos de la crisis humanitaria.