Luchas y antecedentes de la Revolución por la independencia a comienzos del siglo XIX.
En 1789 se gesta la Revolución Francesa, e inaugura una nueva era para el capitalismo con la llegada de Napoleon Bonaparte al poder. En 1808 las tropas francesas llevan a cabo la invasión en el territorio español y Bonaparte reemplaza al rey Fernando VII por su hermano José Bonaparte.
Entre las principales medidas impulsadas por Bonaparte se derogó los derechos feudales, extinguió los impuestos aduaneros en el interior de los territorios y suprimió la inquisición dando paso a la reconversión del feudalismo al capitalismo como organizador social y debilitando a los imperios coloniales.
En el continente americano fue en 1791 cuando se produce el levantamiento y primer revolución de esclavos en Haiti que siguiendo los principios de la Revolución Francesa de “libertad, igualdad y fraternidad”, promovieron la abolición de la esclavitud y la instauración de un regimen de castas, que promovia la igualdad de derechos del hombre y la abolición del control del comercio por parte de la corona francesa.
El inicio de la Guerra de la Independencia de España parte desde 1807 con la invasión inglesa en el Río de La Plata, donde se unieron comerciantes, criollos y gauchos que se vieron amenazados, y llevaron a cabo el primer levantamiento en armas.
En esa época, se sumaba la corona de Gran Bretaña a la disputa por el reparto de las colonias, la misma que había intentado a través de intervenciones militares de comandantes navales británicos la liberación de Brasil para poder ampliar el comercio y que las colonias comenzaran a depender del comercio inglés.
Luego de la muerte de Napoleón, España vuelve a controlar a través del Virreinato del Río de la Plata el comercio exterior que concentraba todo el territorio hasta el Virreinato del Perú, centralizando la administración en Buenos Aires y prohibiendo el comercio con otras potencias.
En el territorio americano el malestar y el descontento de algunos grupos lograron poner en cuestionamiento el poder colonial. La situación de extrema pobreza promovió la emergencia de miles de criollos y gauchos que luchaban por tierras para producir sin el control que ejercía la corona y enfrentaron a sus ejércitos en los años previos a la revolución.
El 25 de mayo de 1810 se lleva a cabo formalmente la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y se lo reemplaza por la Primera Junta de Gobierno, en medio de una gran multitud compuesta por criollos, artesanos, gauchos y comerciantes que apoyaron los sucesos.
Allí emergieron diversas formas y estrategias políticas. Por un lado, los que promulgaban la idea de un pueblo armado que luche por la independencia; por otro, los monopolistas españoles comerciales y políticos que veían amenazados sus privilegios reales.
También se encontraban en contradicción los grupos que apoyaban el intercambio comercial con Inglaterra, liderados por Bernardino Rivadavia que lideraba a través del partido de los unitarios los intereses de las élites oligárquicas y los criollos burgueses dueños de comercios y puertos.
A pesar de que la Revolución contiene elementos de las clases dominantes locales, por otro lado hubo revolucionarios como San Martín o Mariano Moreno que lograron construir una estrategia de unión latinoamericana, afirmando que el monopolio del comercio exterior no hacía más que establecer la dominación de las colonias americanas.
La Revolución de Mayo y lo que conocemos como independencia de la Corona española fue un cambio en la estructura institucional y jurídica. El poder pasó de estar en manos de las administraciones coloniales, a las burocracias de las clases dominantes compuestas por comerciantes y exportadores.
La centralidad se encontraba en Buenos Aires, y esto derivó a que la clase comerciante y exportadora del país concentra los beneficios del comercio con Europa. El costo de la carne, la lana y los bienes producidos nacionalmente se cotizaban a precio internacional lo cual no beneficiaba a las demás provincias del territorio.
En los años que sucedieron, las luchas entre los unitarios y federales, partidos y gobiernos buscaron promover la dominación de la clase dominante en territorio americano. Como resultado nos encontramos en un territorio donde confluyen grandes monopolios de propiedades extranjeras, que influyen y dominan en cada espacio del globo sin importar la delimitación de las fronteras.
Hoy, a 212 años de aquel 25 de mayo en el que dejamos de ser colonias, imponiendo cambios en un nuevo orden, retomamos la historia para aprender de los aciertos pero también de los errores. Como dijo Abelardo Ramos: “Somos un país porque no pudimos ser una Nación, y somos argentinos porque fracasamos en ser latinoamerica