Irán y Rusia avanzan en la consolidación de una alianza estratégica.
Por primera vez desde el inicio de la guerra, el presidente ruso Vladimir Putin salió de su país para participar de una reunión tripartita en la que se abordó la situación en Siria con los líderes de Irán y Turquía, Ebrahim Raisi y Recep Tayyip Erdogan, en Teherán.
Allí los mandatarios denostaron la presencia militar de EE.UU. en el territorio sirio y coincidieron en la toma de medidas para eliminar a los grupos extremistas de la región.
En el marco de la visita oficial, Putin también sostuvo conversaciones en Irán con el líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei. Este último señaló que “hay que sacar el dólar paulatinamente del circuito de las transacciones globales, y hacer eso de manera progresiva es posible”.
En otra señal de la alianza de estos países, Alí Saleh Abadi, director del Banco Central de Irán, anunció que la bolsa de divisas de Teherán ha puesto en marcha las operaciones en monedas nacionales del rial y el rublo.
A su vez, representantes de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán y la energética estatal rusa Gazprom firmaron un memorando de entendimiento para el desarrollo de estrategias de cooperación entre las empresas por un valor estimado de 40.000 millones de dólares.
Finalmente, a través de la mediación de Turquía y la ONU, Ucrania y Rusia firmaron en Estambul un acuerdo para reiniciar la exportación de cereales ucranianos a través de un corredor en el Mar Negro.
Tras su regreso a Rusia, el presidente Putin, en una intervención en el Foro de la Agencia para las Iniciativas Estratégicas, anunció que “una nueva era comienza en la historia del mundo” donde “solo los estados verdaderamente soberanos podrán mostrar altas tasas de crecimiento”.