Líderes mundiales se reunieron para apuntalar una agenda de políticas globales por la estabilidad financiera internacional.
La 17ª Cumbre del G-20 convocó en Bali, Indonesia, a representantes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Japón, Rusia, Unión Europea, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía. En total, las economías de los veinte representan el 90% del producto bruto mundial, el 80% del comercio global y dos tercios de la población mundial.
La declaración final de la cumbre incluyó, entre otros puntos, una “condena firme” a la guerra entre Ucrania y Rusia, sin embargo la misma no fue suscrita por todos los miembros admitiendo que “hubo otros puntos de vista y diferentes evaluaciones de la situación”.
Otro aspecto central del documento fue la crisis alimentaria “exacerbada por los conflictos y las tensiones actuales”, asumiendo el compromiso para “tomar acciones coordinadas para hacer frente a los retos de seguridad alimentaria, incluyendo la suba de los precios y el déficit global de materias primas y fertilizantes”.
Entre los diversos encuentros bilaterales que se dieron lugar se destacó principalmente la reunión entre Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Xi Jinping, presidente de China.
El mandatario norteamericano expresó su interés en que ambos países puedan “evitar que la competencia se convierta en conflicto” y “encontrar formas de trabajar juntos en asuntos globales urgentes que requieren nuestra cooperación mutua”. Por su parte, Jinping hizo énfasis en Taiwán como “la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos” y advirtió que “esta es la primera línea roja que no se debe cruzar”.
El programa de los países del G20 hizo mención también a medidas para la estabilidad de precios, la implementación de las políticas impositivas, el fortalecimiento de las instituciones financieras multilaterales, el apoyo a los países “vulnerables”, el sistema multilateral de comercio y la revitalización de inversiones en infraestructura y cambio climático.