La aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso convalidó la estafa con el organismo y en el movimiento se expresaron rechazos al accionar de los legisladores.
En el transcurso del día jueves, los diputados del Congreso de la Nación, dieron media sanción al proyecto de ley que convalidó la deuda externa contraída con el FMI en el año 2018 por unos 44 mil millones de dólares (préstamo “stand by”). Mientras en el recinto se evaluaban los distintos proyectos que fueron acercando desde las fuerzas partidarias, miles de personas se congregaron en las afueras para gritar al unísono, ¡Fuera el FMI!.
La movilización promovía evitar la estafa del fondo, el cual violó sus estatutos para entregar dinero a la gestión de Cambiemos que sería utilizado para la “bicicleta financiera” y la fuga de capitales, tal como lo reconoció el Banco Central (BCRA).
En esta nota repasamos algunas de las posturas en torno al acuerdo. El Consejo Directivo de la CGT (“los gordos”), mostró un fuerte respaldo desde el inicio. Esto fue ratificado a través de sus principales voceros, Héctor Daer (Sanidad) y Andres Rodriguez (Upcn).
También las 62 organizaciones peronistas expresaron su apoyo. Según relató su secretario general, José Ibarra, a “la deuda hay que honrarla y la sociedad será quien condene a quien la haya tomado de forma incorrecta”.
En contra, el día miércoles, previo a la votación, hubo una gran convocatoria con el lema “Las deudas se pagan, las estafas no”, convocada por la Central de Trabajadores Autónoma (CTA-A); la Corriente Clasista Combativa (CCC); Soberanxs; Manifiesto Argentino, entre otros.
Desde Villa María, una comitiva de ATE conformada por Fernando Mercado, Jorge Heredia y Gerardo Salguero, estuvieron presentes. En un comunicado posterior, expresaron que fueron parte de la “gran marcha en rechazo al acuerdo con el FMI”.
Además, al momento de la votación, los diputados del sindicalismo Sergio Palazzo, Claudia Ormachea y Vanesa Siley (Corriente Federal de los Trabajadores), Hugo Yasky y Pablo Carro (CTA de los Trabajadores), decidieron abstenerse.
El día viernes también hubo otra convocatoria con el lema “Patria o FMI”, la cual se difundió a través de un flyer sin firmas de organizaciones. Fernando Gomez, uno de sus promotores y militante de Fadiccra sostuvo que “El FMI nos va a poner un grillete y cada 3 meses vamos a tener tecnócratas que vienen a cuidar los balances de Cargill y Pampa Energía”.
Y amplió que aún cuando el acuerdo se tenía que tratar en el congreso “ya el lunes habíamos levantado el cepo a la cantidad de dólares que pueden comprar en la Bolsa de Valores”.
“Acá hay un problema que supera ampliamente las capacidades de cualquier dirigente político de Argentina, los mecanismos de la dependencia funcionan y están intactos. No somos capaces de cuestionar una deuda odiosa e ilegítima, que el propio Macri reconoció fue para la fuga de capitales”, reconoció en el programa Punto de Partido (Radio Gráfica).
Barrios de Pie- Libres del Sur, había realizado un plebiscito a la deuda. Según los resultados presentados de la consulta popular obtuvieron 1.295.580 opiniones en 418 municipios de todo el país y destacó que el 91% se manifestó en contra del acuerdo con el FMI. “No corresponde pagar esta deuda, debe ser investigada. Es imposible, además, afrontar esos pagos con más del 40% de pobreza”, sentenciaron.
Ver: Voto cantado: plebiscito popular a la deuda con el FMI
En ese marco, los integrantes de la organización se apostaron en dos puntos de Villa María para darle curso a la votación y dialogar con los vecinos de la ciudad acerca del acuerdo y sus consecuencias en la educación, la salud, el sistema previsional, entre otros.
El Frente Patria Grande, había expresado en un comunicado que “el préstamo de 45 mil millones de dólares fue una estafa al pueblo argentino que tuvo dos responsables, el gobierno de Macri y el propio FMI que violó sus estatutos para cumplir con una decisión geopolítica del gobierno de Trump de apoyar a su aliado del Sur”.
Respecto al acuerdo sostienen que “no existe un buen acuerdo” ya que “el endeudamiento en sí mismo es un yugo muy injusto para nuestro país”. Y denuncian que “tener que someternos a un monitoreo constante de una entidad que ha fracasado sistemáticamente en cumplir sus postulados de estabilidad económica y desarrollo es una cesión de soberanía humillante para cualquier país”. La decisión fue respaldada por la abstención de sus dos legisladores.
Por parte de La Cámpora, quien cuenta con algunos diputados que rechazaron el acuerdo en el Congreso, se publicó un comunicado titulado “La vuelta al FMI ¿Cómo llegamos hasta acá?”, donde fundamentaron su posición de rechazo al acuerdo.
Destacamos dos párrafos extraídos del mismo. El rol del FMI es lograr la “estabilidad financiera (o sea, la de los bancos) a escala global para garantizar la vigencia del patrón dólar como moneda de pago y reserva”. Y añade en las conclusiones que “La aplicación de las políticas del presente acuerdo no solo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina, los van a agravar”.