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Miles de haitianos tomaron las calles para protestar contra la llegada de tropas extranjeras al suelo caribeño. El primer ministro, Ariel Henry, solicitó a la ONU el despliegue de fuerzas militares internacionales para combatir al crimen organizado.
Haití vive días convulsos. La crisis política haitiana, recrudecida tras el magnicidio de Jovenel Moise del 7 de julio de 2021, ha dado un nuevo capítulo tras el pedido de envío de tropas extranjeras para enfrentar a las “bandas criminales” por parte de Ariel Henry, primer ministro.
El petitorio ha generado un gran malestar en la población haitiana, que ha convivido con soldados y fuerzas armadas foráneas en las últimas décadas. En este marco de malestar social se dieron movilizaciones que reunieron a miles de haitianos en Puerto Príncipe, capital del país.
Asimismo, la protesta contra la intervención extranjera se suma a las críticas de la sociedad al gobierno en un contexto de crisis económica y social provocada por el aumento de los precios de los alimentos y del combustible. Además, las alarmas encendidas por la llegada de aviones norteamericanos en las últimas semanas y la preocupación sanitaria por el regreso del cólera, enfermedad supuestamente erradicada hace 10 años.
Ante la situación en suelo caribeño, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una Resolución, impulsada por EE.UU. y México, para exigir “el cese inmediato de la violencia” en la que se incluyen medidas tales como el congelamiento de activos, prohibiciones de viaje y embargo de armas durante un año.